El torero que sirve de motivación a la plantilla del Atlético





Gonzalo Caballero sería un fijo en el once del Cholo. Es torero y no negocia el esfuerzo. Vive cada corrida como si fuera la última y el sufrimiento forma parte de su gloria. El joven torero madrileño, valiente entre valientes y colchonero hasta la médula, ha trasladado el «partido a partido» del césped a los ruedos. Y también una forma de afrontar los retos que ha sido adoptada por la plantilla como motivación extra de cara a la final del próximo sábado.



En Las Ventas, el pasado día 12, un suceso impactó a varios miembros del equipo. Gonzalo salió a triunfar o morir. De frente, exponiendo al máximo, su primer toro lo cogió de lleno. La cornada de 20 centímetros llegó al fémur y destrozó su muslo izquierdo. La vida se le escapaba a borbotones pero ni la sangre frenó sus ansias de victoria: abortó su traslado a la enfermería, volvió a la cara del toro y, sin apenas sentir la pierna, aguantó en la arena hasta acabar la faena. «El doctor me dijo que no sabía como había podido aguantar en pie. Cuando todos querían meterme al quirófano y mi cuerpo no podía más, cerré los ojos y me dije a mí mismo eso de 'Nunca dejes de creer'. Cuando uno cree y lucha hasta el final es capaz de llegar a donde los médicos ven imposible». 




No había despertado de la anestesia y su móvil ya estaba colapsado de mensajes de ánimo y admiración. Entre ellos, del capitán Gabi, del profe Ortega y de alguien muy especial, Tiago. Su calvario ha sido menos gracias a Gonzalo Caballero. «Me dijo que era un ejemplo para ellos, que a los toreros se nos veía como héroes y que después de verme volver y matar al toro se dijo a sí mismo que tenía que volver a jugar ya», confiesa el torero, que se emociona al recordar el mensaje cariñoso del portugués: «Me diste la fuerza que necesitaba para probarme [...]. Lo daré todo pensando en ti», le dijo Tiago antes de su regreso ante el Celta en el choque que despedía la Liga. Y la camiseta de su reaparición colgará para siempre en la habitación de Caballero en agradecimiento: «Sin tu fuerza y tu ejemplo no habría jugado», le escribió.


Un capote para el Cholo

Ese espíritu de lucha se ha trasladado al resto de la plantilla. Hasta el punto de que el propio Cholo Simeone, al que regaló en su día un capote de brega, le dio la enhorabuena en persona en un entrenamiento y le transmitió ánimos para una pronta recuperación. «Me han dicho que tengo que ir a Milán a acompañarlos como sea. Ojalá me deje el médico y sea su talismán»



El del día 12 no fue el primer gesto que a Gonzalo lo marca como atlético. Siguió al equipo por Europa el año de Lisboa y dos días después del fatídico partido para los rojiblancos, quiso tener un detalle en su paseíllo en Las Ventas: «Llamé a Miguel Ángel Gil y le pedí el capote de paseo con el escudo que descansa en el Museo del Calderón. Me dieron palos de todos los colores por salir a la plaza con él, pero lo hice por sentimiento y porque los atléticos nos sentimos más orgullosos de serlo sobre todo en los momentos duros. Si hubiéramos ganado, no lo habría hecho», confiesa. 




Enamorado de la calidad de Juninho en su infancia, Caballero destaca que en el colegio forjó su carácter rebelde: «Era el único del Atleti en clase». Y recuerda dramas del pasado para explicar las similitudes entre el estadio y la plaza. «Viví en directo el descenso a Segunda y el no ascenso en Getafe. Ahora ves al equipo otra vez en la final de una Champions y te sientes realizado. En el toreo es igual, cuando sabes el sufrimiento y la lucha en silencio que has pasado, verte anunciado en Las Ventas es algo incomparable».




Gonzalo Caballero es íntimo amigo de Alberto López Simón, otro corazón rojiblanco que se une a una lista interminable de toreros colchoneros como Miguel Abellán, El Juli, José Tomás y el converso Perera (antes del Barcelona), entre los principales. «No es raro que seamos tantos. El toreo es pasión y es llevar tu cuerpo al máximo. Los toreros que somos de este equipo lo decimos a boca llena y con gran orgullo». Precisamente José Tomás y Perera viajarán a Milán, como Gonzalo, a apoyar a su equipo en directo. Porque como dice su lema frente al toro, «cuando uno lucha y da todo lo que tiene, consigue sus objetivos»




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